«Damos gracias a Dios por todos vosotros»

Mis queridos hermanos y amigos:

El período vacacional por excelencia para un gran número de madrileños ha comenzado ya. No son un lujo las vacaciones, y menos en una sociedad que impone tan implacablemente ritmos y estilos de trabajo y de convivencia tan tensos para el cuerpo y para el espíritu. Y no debieran ser un lujo para nadie. Sigue leyendo