Navidad de Dios y Salvación del Hombre

Mis queridos hermanos y amigos:

El Niño, cuyo Nacimiento celebramos esta noche en la Liturgia de la Iglesia, es Dios ¡es el Hijo unigénito de Dios! En la piedad popular de nuestro pueblo, enraizada en la historia milenaria de la España cristiana, se ha explicado lo que había acontecido en aquella noche de Belén –¡Nochebuena por excelencia y para siempre!– con fina y honda percepción teológica, cantando con el júbilo de los Villancicos Populares, que “nos había nacido Dios”. Sigue leyendo

Un nuevo Adviento para la Iglesia y para el mundo

Mis queridos hermanos y amigos:

La experiencia del Adviento, vivida en la comunión de la Iglesia, reviste siempre un aspecto de novedad que no se agota nunca ni se agotará jamás hasta el final de los tiempos. En el Adviento se espera cualitativamente mucho más que un acontecimiento de orden puramente humano que, preséntese como se presente, nunca resultará totalmente extraño o contrario a lo que el hombre conoce y realiza en su vida cotidiana. Sigue leyendo

Homilía en la Vigilia de “La Inmaculada”

Catedral de La Almudena, 7.XII.2006, 21’00 horas

(Gén 3, 9-15. 20;Ef 1, 3-6. 11-12; Lc 1, 26-38)

Mis queridos hermanos y hermanas en el Señor:

Con la Inmaculada Concepción comienza el tiempo nuevo de la esperanza.

Si con el tiempo de Adviento, la Iglesia emprende, cada año de nuevo, el camino de la esperanza, la solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Virgen María nos señala a su vez dónde se encuentra la puerta para acertar en el camino de la esperanza, más aún, nos indica con la luz clara de la revelación divina que Ella misma ¡MARIA! es esa Puerta de la Esperanza. Sigue leyendo