PURIFICAR LA MIRADA DEL ALMA TIENE TAREA ACTUAL E IMPRESCINDIBLE PARA LA NUEVA CUARESMA DEL AÑO 2012

Mis queridos hermanos y amigos:

 En su Mensaje para la próxima Cuaresma, que se inicia el próximo 22 de febrero, Miércoles de Ceniza, el Santo Padre nos invita a que nos fijemos “los unos en los otros para estímulo de la caridad y las buenas obras”, haciendo así nuestra la exhortación de la Carta a los Hebreos a los cristianos de la primera hora de la Iglesia (Cfr. Hb 10,24). “Ese fijarse”, fecundo en frutos de caridad cristiana, de reciprocidad y de santidad, presupone y exige una mirada limpia o, lo que es lo mismo, que los ojos del alma hayan sido purificados previamente de toda la escoria del egoísmo, de la soberbia y de la malicia, en una palabra, del pecado que haya podido enturbiarlos en nuestro pasado y que los mantenga todavía manchados en el presente. Solamente si nuestra mirada interior es capaz de elevar su perspectiva de visión a la verdad de Dios ¡el Dios vivo y verdadero!, caerá en la cuenta de la verdad del hombre que tiene a su lado; por lo tanto, del hombre concreto a quien encuentra y con el que vive en su casa, en su familia, en la vecindad, en el lugar de trabajo y de tiempo libre; en la comunidad civil y en la sociedad de la que forma parte, es decir, en el pueblo, la ciudad y la patria en la que cada uno de nosotros está inserto. Ya decía Romano Guardini en momentos dramáticos de la historia contemporánea, en los que la durísima realidad de un mundo en guerra casi obligaba a aceptar la terrible y conocida tesis de que “el hombre es un lobo para el otro hombre”, que sólo el que conoce de verdad a Dios conoce verdaderamente al hombre. Sigue leyendo

CON MOTIVO DE LA LIII CAMPAÑA CONTRA EL HAMBRE DE MANOS UNIDAS. «La salud, derecho de todos: ¡Actúa!»

CARTA PASTORAL
ANTONIO Mª ROUCO VARELA,
CARDENAL ARZOBISPO DE MADRID,

CON MOTIVO DE LA LIII CAMPAÑA CONTRA EL HAMBRE DE

MANOS UNIDAS.

Madrid, 12 de febrero de 2012
«La salud, derecho de todos: ¡Actúa!»

 

Queridos hermanos y hermanas en el Señor:

Como viene siendo habitual, según una arraigada tradición, en la segunda semana de febrero nos disponemos a realizar con Manos Unidas la «Campaña contra el hambre». Como ya sabéis, con dicha campaña Manos Unidas se propone, entre otros, dos objetivos fundamentales. Por un lado, nos invita a interesamos, mediante una reflexión detenida y serena, por algunos de los males que afectan gravemente a nuestra sociedad. Por otro, para que no nos quedemos en la sola reflexión, nos insta a que, movidos por el amor a nuestros hermanos y según el principio de la comunión cristiana de bienes, hagamos una colecta en nuestras parroquias, colegios y demás instituciones diocesanas. De este modo, se consigue llevar a cabo proyectos concretos de lucha contra la pobreza. Sigue leyendo

“TU FE TE HA SALVADO” (Lc 17,19), En la Jornada del Enfermo.

Madrid, 3 de febrero de 2012

“TU FE TE HA SALVADO” (Lc 17,19)

En la Jornada del Enfermo

 

Mis queridos hermanos y amigos:

El Santo Padre nos convoca para celebrar la XX Jornada del Enfermo el próximo sábado día 11. Fecha extraordinariamente significativa para la Iglesia y para el mundo de los enfermos. Es el día en el que se conmemora la aparición de la Santísima Virgen en Lourdes, aldea perdida del Pirineo Francés, a Bernardita Soubirous, una adolescente campesina del lugar. Corría el año 1858. Hacía poco más de tres que el Papa Pío IX había proclamado el dogma de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María. En el último día de las apariciones, al preguntarle Benardita a la que ella llama “la encantadora Señora” quién era, le responde “levantando los brazos y los ojos al Cielo”: “Yo soy la Inmaculada Concepción”. ¡Una singular y emocionante confirmación de la fe de la Iglesia y comienzo de un capítulo nuevo de la historia de la verdadera salud que Dios concede al hombre por su Hijo Jesucristo, a quien acompaña María su Madre y Madre de la Iglesia! Desde entonces aquella desconocida localidad del sur de Francia se convierte en lugar donde la gracia redentora de la Cruz fluye como el río que atraviesa el lugar, el río Gave, y que limpia y cura almas y cuerpos con la fuerza y la alegría con la que brota el agua de la fuente regalada por la Virgen a sus devotos: un agua “milagrosa” destinada a los hombres de un tiempo, “el moderno”, que había dejado de “creer en Dios” después de haber rechazado la fe de sus antepasados en Jesucristo su Hijo, el Redentor del hombre. Sigue leyendo