Mis queridos hermanos y amigos sacerdotes:
La Jornada para la Santificación sacerdotal, que este año se celebra el 23 de mayo, es siempre invitación a reavivar nuestra vocación a la santidad. «Sed perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto».
Su Santidad el Papa, al proponer a la Iglesia las prioridades pastorales en Tertio Millenio, subraya precisamente como primer objetivo la santidad, a la que están llamados todos los bautizados, de cualquier clase o condición. «En primer lugar, no dudo en decir que la perspectiva en la que debe situarse el camino pastoral es el de la santidad» (T.M.A., 3).
.Esta vocación universal a la santidad nos invita, este año de forma especial, a detenernos en. la exigencia y en los contenidos específicos de la santidad sacerdotal, a los. que hace referencia el capítulo tercero de Presbyrerorum ordinis El sacramento del orden nos configura con Cristo Cabeza y Pastor, nos capacita para actuar «in persona Christi y nos compromete. a ser instrumentos vivos de Cristo Sacerdote, llamados a «manifestar y testimoniar de manera original el radicalismo evangélico» (P.D.V., 20).
Somos conscientes de que la santidad es un don y todos los días lo pedimos al Señor, y en la Jornada para la Santificación sacerdotal lo haremos con particular intensidad. Os espero, como siempre en la casa de las religiosas Oblatas, Calle General Aranaz, 22, a las 11,00 horas del próximo día 23 de mayo,
Ruego que esta Jornada encuentre espacio en las comunidades cristianas para que los fieles se unan en la oración por los sacerdotes.
Con afecto y mi bendición,