Querido Santo Padre:
Miles de seminaristas de todo el mundo se reúnen esta luminosa mañana madrileña en la Catedral de Santa María la Real de La Almudena para celebrar la Eucaristía presidida por el Papa. La Misa de Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote, tan arraigada en el Calendario litúrgico propio de la Iglesia en España y en la espiritualidad más querida del clero español, será la propia de la celebración. Se trata, Santo Padre, de una nueva generación de seminaristas que han leído y meditado diligentemente con sus formadores la Carta que les dirigió hace poco más de un año. Saben que no hay otra alternativa en el itinerario formativo para el sacerdocio ministerial que la que el Papa les mostraba: la de la santidad sacerdotal. Con corazón conmovido agradecen al Vicario de Cristo que haya querido celebrar la Eucaristía con ellos en la mañana de este sábado en el que la Jornada Mundial de la Juventud llega a su cumbre.
Estos seminaristas de la JMJ de Madrid quieren ser santos sacerdotes, porque quieren ser buenos y fieles instrumentos de Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote para la santificación de sus jóvenes compañeros y del mundo entero. ¡Quieren ser los primeros apóstoles de la juventud de su tiempo como el Papa y la Iglesia se lo piden! En la Misa diaria, en la frecuente adoración eucarística y en la oración ante el Señor Sacramentado, va configurándose su alma sacerdotal según la medida del Corazón de Cristo, aprendiendo a hacerse sacerdotes y víctimas con Él para la salvación de las almas. Esta Santa Misa marcará, sin duda, el inicio de un capítulo nuevo en la maduración humana, espiritual y pastoral de su vocación sacerdotal. La respuesta a Jesucristo, el Señor, que les llama a la identificación personal con Él y a un seguimiento incondicional como ministros y apóstoles de su Evangelio, adquirirá un nuevo ardor y una renovada firmeza en el compromiso contraído. Ningún cálculo, ninguna ambición humana les apartará del gran ideal y del celo que les anima: ¡la Gloria de Dios y la salvación del hombre! Entre los Patronos de la JMJ.2011 de Madrid se encuentran figuras señeras de la espiritualidad sacerdotal: San Ignacio de Loyola, San Francisco Javier, San Juan de la Cruz, pero, sobre todo, San Juan de Ávila, patrono del Clero Español. Sus insignes reliquias han sido traídas desde su Iglesia en Montilla (Córdoba) a Madrid para que pudiesen ser veneradas durante estos días de la JMJ-2011 por los jóvenes peregrinos, especialmente, por aquellos que sienten en su corazón la vocación al Sacerdocio ministerial. Se encuentran ahora aquí colocadas debajo del altar de la Virgen de La Almudena.
La persona del Beato Juan Pablo II, les es a casi todos una figura extraordinariamente cercana. No nos faltará su intercesión. No nos faltará la mediación de María, Nuestra Madre del Cielo y Reina de todos los Santos. El ánimo, el afecto y la oración del Papa, tampoco.