El arzobispo de Madrid, monseñor Antonio Mª Rouco, con sus obispos auxiliares, hace pública su desolación por el doble asesinato del concejal del Ayuntamiento de Sevilla, Alberto Jiménez, y su esposa, Ascensión García. Son las nuevas víctimas – y Dios quiera que sean las últimas – de la barbarie terrorista, que sigue esparciendo el desconcierto y la muerte por toda España. La banda terrorista ETA, una vez más, está sembrando lo que lleva dentro: muerte profunda a lo que es la vida, la convivencia, la paz. En el caso de los esposos Alberto y Ascensión, padres de tres niños de cuatro a nueve años, es también un atentado contra el matrimonio y la familia, fundamentos de la sociedad.
El señor arzobispo invita a toda la Iglesia de Madrid a unirse, con un solo corazón y una sola alma, en oración al Señor de la vida: por los esposos asesinados, para que Dios los tenga en su gloria, y por sus hijos huérfanos para que no les falte el calor y el apoyo de su familia y de la sociedad; por el Gobierno de España, para que mantengan firme, unido a todas las fuerzas democráticas, su defensa de la vida y de la paz frente a la barbarie desestabilizadora de ETA; y por los terroristas asesinos, para que Dios cambie el odio de su corazón por el amor, a fin de que en España resurja la paz en todas las regiones y en todos los ámbitos de la vida.