Al conocer la noticia del brutal atentado que ha segado la vida del concejal del Partido Popular, D. Manuel Zamarreño, de 42 años, casado y padre de cuatro hijos, el Cardenal Arzobispo de Madrid, D. Antonio María Rouco Varela, con sus obispos auxiliares y el pueblo creyente, condena este vil asesinato –signo del estado de pecado en el que voluntariamente se sitúan los que lo cometen, arriesgado su propia salvación–; asesinato que atenta contra el derecho fundamental de toda persona a la vida, que hiere a todos los ciudadanos y que pretende socabar la tan anhelada paz.
La gravedad de este nuevo atentado se acentúa, además, porque manifiesta la obstinada voluntad de los asesinos de sembrar el odio y el terror en el seno de un pueblo que expresa reiteradamente su repulsa a estos hechos y su voluntad de lograr la paz. Pedimos, y os rogamos que pidáis, para que el Señor conceda a la víctima el eterno descanso y conforte, a la viuda, hijos, familiares y amigos con su paz y con la esperanza de la vida eterna. Y, en el nombre de Dios, pedimos a quienes cometen estos crímenes, los justifican o alientan, que se conviertan para que no tengan que padecer el inapelable juicio y castigo de Dios.