Ante el cruel y vil asesinato por parte de la banda terrorista ETA de dos trabajadores de la empresa Elektra, D. José Ángel Santos Larrañaga y D. Josu Leonés Azcona, el Cardenal Arzobispo de Madrid y sus Obispos Auxiliares condenan con toda firmeza y rotundidad este execrable crimen, que quebranta gravísimamente la Ley de Dios, e insisten una vez más en que no es posible construir ningún tipo de sociedad al margen de Dios y en oposición frontal a su Amor y a su Justicia.
Al tiempo que encomiendan a Dios el eterno descanso de D. José Ángel Santos Larrañaga y D. Josu Leonés Azcona, le piden fortaleza y consuelo para sus familiares, seres queridos y compañeros de trabajo, y recuerdan las palabras pronunciadas en el discurso inaugural de la última Asamblea Plenaria del Episcopado Español: que el terrorismo es «nuestro más grave problema; atenta vilmente contra el más sagrado e inviolable de los derechos de la persona humana: el derecho a la vida; contra la verdad y la libertad de las personas y de los grupos y, por tanto, contra los fundamentos de la convivencia social. El terrorismo es la mayor de las negaciones de la justicia y de la caridad; una gravísima inmoralidad». Así mismo, invitan a todos los fieles a perseverar en la oración para que, tal como se viene pidiendo desde hace meses, y se seguirá haciendo en todas las parroquias e iglesias de la Archidiócesis de Madrid, en «España cese y desaparezca el terrorismo y todo germen de violencia, los terroristas y sus inductores se conviertan, los amenazados y los que ya han sido heridos en cualquier forma experimenten ayuda cristiana, las víctimas alcancen el descanso eterno, sus familiares el consuelo y el amor fraterno, y todos la paz de Dios».