Al Eminentísimo Sr. Cardenal Angelo Bagnasco
Presidente de la Conferencia Episcopal Italiana

Eminencia:

Encontrándome en Roma, con los jóvenes madrileños y de toda España, que han venido a recoger la Cruz de la Jornada Mundial de la Juventud, he tenido noticia inmediata de la tragedia causada por el terremoto que ha sacudido Italia, en especial la región de los Abruzos.

Al expresar a V.E. un sentido pésame por los fallecidos y el dolor que nos embarga por tantas víctimas, le aseguro que, en la celebración eucarística de esta tarde, en la Basílica de San Pablo Extramuros, encomendaré al Señor, junto con los jóvenes peregrinos españoles y los obispos y sacerdotes que les acompañan, el eterno descanso de los difuntos y la pronta recuperación de los heridos.

Suyo afectísimo en el Señor,

Cardenal Antonio María Rouco Varela,
Arzobispo de Madrid y Presidente de la Conferencia Episcopal Española