Nos disponemos a celebrar la solemnidad del Corpus Christi, en un año muy especial para nuestra Iglesia diocesana, marcado por la XXVI Jornada Mundial de la Juventud, con el Santo Padre Benedicto XVI, en nuestra ciudad de Madrid. El lema elegido por el Papa para la Jornada, que tan bellamente explica y desarrolla él mismo en su Mensaje, enviado el año pasado, justamente para meditarlo y acogerlo en lo más hondo del corazón y así podernos preparar del mejor modo a la celebración de la JMJ, ha inspirado también el lema para la festividad del Corpus Christi de este año: “Con la Eucaristía, firmes en la fe”. Al invitar a los jóvenes a que participen en la JMJ de Madrid 2011, Benedicto XVI dice que, “con profunda alegría”, espera “a cada uno personalmente”, y añade: “Cristo quiere afianzaros en la fe por medio de la Iglesia”. Es Cristo vivo en su Iglesia, realmente presente en la Eucaristía, ciertamente, Quien nos hace firmes en la fe, en la que está asegurada, según su palabra, “la victoria sobre el mundo”.
Con las palabras del Papa en su Mensaje para la Jornada Mundial de la Juventud del próximo agosto, yo quiero también deciros: “Aprended a ver, a encontrar a Jesús en la Eucaristía, donde está presente y cercano hasta entregarse como alimento para nuestro camino”. Fuera de Jesús Sacramentado, nada ni nadie puede alimentarnos de veras para alcanzar la meta del camino de la vida; Él, y sólo Él, sólo su Cuerpo y su Sangre, es el alimento que da esa firmeza a la fe que la hace capaz de vencer definitivamente sobre el mundo, sobre el pecado y sobre la muerte. Así lo dice el mismo Benedicto XVI en la Exhortación apostólica sobre la Eucaristía, Sacramentum caritatis: “Todo hombre, para poder caminar en la dirección correcta, necesita ser orientado hacia la meta final. Esta meta última, en realidad, es el mismo Cristo Señor, vencedor del pecado y de la muerte, que se nos hace presente de modo especial en la celebración eucarística. De este modo, aun siendo todavía como extranjeros y forasteros en este mundo, participamos ya por la fe de la plenitud de la vida resucitada. El banquete eucarístico viene en ayuda de nuestra libertad en camino” (n.30).
Con el deseo ardiente del Alimento de vida eterna, Cristo Eucaristía, el Amor de los Amores, la Iglesia diocesana de Madrid quiere vivir la solemnidad del Corpus Christi de modo muy especial, en este año de la Jornada Mundial de la Juventud, y asimismo del primer centenario del Congreso Eucarístico Internacional, celebrado en Madrid en 1911. Por ello, quiero invitaros muy especialmente a la solemne Eucaristía que presidiré, con el presbiterio diocesano, el próximo domingo 26 de junio, a las 19 horas, en la Plaza de la Almudena, y a la posterior procesión con el Santísimo Sacramento; así como a la Vigilia eucarística que, según es ya tradición, tendrá lugar, el sábado 25 a las 21 horas, en la catedral de la Almudena.
Os invito, pues, a todos los miembros de las diversas comunidades de la archidiócesis, parroquiales y de los distintos movimientos y asociaciones, a participar en los distintos momentos de esta gran solemnidad, ocasión privilegiada para testimoniar públicamente nuestra fe.
Con todo afecto y mi bendición,