Con María, siempre SI

CON MARÍA, SIEMPRE .

Madrid, 7 de octubre de 2011

Mis queridos hermanos sacerdotes:

La solemnidad de Nuestra Señora de la Almudena, que cada año nos convoca el 9 de Noviembre, debe ayudarnos a vivir la vida cristiana al estilo de María, que siempre dijo sí a la voluntad del Padre. Desde la Anunciación a Pentecostés, la vocación de María, Sierva obediente de Dios, ha sido cumplir la voluntad de Dios, según el modelo de su Hijo Jesucristo. En el corazón de María no hay reserva alguna para hacer sólo y todo lo que Dios quiere. El fiat que dio paso a la encarnación del Hijo de Dios en sus entrañas de Virgen no concluyó en Nazaret, sino que se prolongó, con una fe sólida y probada, a lo largo de su vida, y de modo especialmente heroico al pie de la cruz.

La devoción de Madrid a nuestra Patrona, la Virgen de la Almudena, no debe reducirse a invocarla y venerarla de modo externo. Para que sea verdadera devoción debe implicar nuestra total adhesión a su persona y a sus actitudes de quien llamamos con verdad Madre. Ella debe ayudarnos a conformar nuestro corazón a imagen de su Hijo y a vivir en la obediencia de la fe, en el sí a la voluntad de Dios, que es la regla y fundamento de nuestra vida. Se trata de vivir, como nos ha recordado recientemente el Papa Benedicto XVI en su visita a Madrid, con ocasión de la XXVI Jornada Mundial de la Juventud, arraigados y edificados en Cristo con una fe viva, sólida, fecunda, gozosa y misionera. Se trata, en última instancia, de llevar a Cristo a los demás como hizo María desde el inicio del ministerio público de Cristo en las bodas de Caná: Haced lo que él os diga.

Decir sí a Dios es apartarse de todo lo que suponga desobediencia a la voluntad de Dios, rechazo de sus mandamientos y de su plan de salvación. Nos exige vivir cada día más en Cristo, dejando al lado comportamientos mundanos que empañan el rostro de la Iglesia y no la hacen creíble. Decir sí es aspirar a la santidad y caminar hacia la meta última que es el Dios Creador y Redentor del hombre.

Os invito, pues, queridos diocesanos a participar con gozo a la solemne celebración eucarística que celebraremos, como todos los años en la Plaza Mayor de nuestra ciudad a las 11,00h. Allí tendremos ocasión de dar gracias a la Virgen por los días de gracia que han sido las Jornadas Mundiales de la Juventud presididas por nuestro amado Benedicto XVI. Como es costumbre, la víspera de la Almudena tendremos la tradicional vigilia de jóvenes en la Catedral de la Almudena, a la 20,30h. de la tarde, donde gustaremos en nuestro corazón, como hacía María, las experiencias vividas con tanta intensidad y alegría. Queridos jóvenes, acudid a esta cita e invitad a vuestros amigos y compañeros para que compartan con vosotros la alegría de creer y la juventud de la Iglesia. María será nuestra anfitriona y nos ayudará a cantar su Magnifica con un corazón fiel y renovado.

 

Con todo afecto y mi bendición,