De nuevo la banda asesina ETA ha perpetrado un atentado terrorista en la carretera que une Leiza con Berastegui, en la comunidad foral de Navarra, con el resultado de la muerte del Guardia Civil D. Juan Carlos Beiro Montes, y otros dos heridos, uno de ellos grave, aunque no se teme por su vida, sembrando una vez más en nuestra sociedad el terror y la muerte.
El Cardenal Arzobispo de Madrid y sus Obispos Auxiliares expresan su dolor y su condena sin paliativos ante este nuevo atentado de ETA, subrayando las palabras del discurso inaugural de la última Asamblea Plenaria de los Obispos españoles: “No debe quedar duda alguna en ninguno de nuestros fieles y en la conciencia de cualquier persona mínimamente formada de que el terrorismo de ETA, como cualquier otro terrorismo, es una gravísima inmoralidad, intrínsecamente perverso y absolutamente reprobable. No admite colaboración ni justificación alguna, sea del grado y del tipo que sea, explícita o implícita, sociopolítica o cultural; y, por supuesto, ninguna de naturaleza ética y moral”.
Oran al Señor por el eterno descanso del fallecido y manifiestan su condolencia a los familiares y compañeros de la víctima, así como su unión en la fe y en la esperanza de la vida eterna. Oran también por la pronta recuperación de los heridos, y desean asimismo alentar a cuantos tienen responsabilidades públicas en su encomiable labor al servicio de la sociedad, y a todos a tener muy en cuenta, en primerísimo lugar, lo que también se afirmaba en el citado discurso: “Solamente estaremos en condiciones de eliminar las raíces del terrorismo si nos proponemos sin tardanzas ni vacilaciones la regeneración moral y la atención a los niños y jóvenes con una educación cristiana que les conduzca al encuentro con el Dios vivo, que es Amor y plenitud del hombre”.
Por último, exhortan de nuevo a todos los fieles a perseverar en la oración para que cese y desaparezca definitivamente el terrorismo y todo germen de violencia, el Señor convierta a los terroristas y a sus inductores, conceda su protección a los amenazados, y a todos la Paz que sólo Él puede darnos.