Hermanos y amigos:
Jugadores, entrenador y directivos del Real Madrid;
socios, aficionados y simpatizantes del Club:
En el gesto de la ofrenda de «las Copas» del Real Madrid, ganadas en la última temporada de las competiciones deportivas nacionales, se expresa por su mismo significado objetivo un sentimiento y un acto de agradecimiento a la Virgen de La Almudena, Patrona de Madrid, por vuestros éxitos deportivos, alcanzados en la última temporada futbolística. Gratitud de todos los que habéis intervenido en ello de forma decisiva: entrenadores y jugadores de la plantilla, directivos, socios, y toda la gran afición madridista. Un acto de devoción y de fe, por tanto, en el que se reconoce, por una parte, nuestra condición de hombres, débiles aun sabiendo de vuestras excelentes cualidades físicas, técnicas y profesionales, e incluso en el momento en el que ha llegado la hora del triunfo y del aplauso; es más, sujetos a la enfermedad y acechados y tentados por el mal físico y moral. Y, sin embargo, por otra, conscientes de que somos creaturas de Dios, llamados a ser sus hijos, con una vocación para la vida, y no una vida cualquiera, sino la vida gloriosa y eterna, que va madurando en los caminos de este mundo, también a través de la carrera deportiva y en el ejercicio de la profesión y la afición por el fútbol. En esta peregrinación que configura nuestra existencia personal, y que se refleja también en los destinos y en la suerte de toda la comunidad humana, siempre se coloca a nuestro lado Jesús, el Señor y Salvador del hombre, cuya Madre es nuestra Madre: la Virgen María. Ella nos cuida, y os cuida, para que no erremos en la senda escogida, para que no nos falten la luz, la esperanza y el amor de Dios.
¡La bendición de Dios es lo que os invito a pedir a la Virgen de La Almudena en esta tarde de vuestra visita a su Catedral e Iglesia de Madrid! Pedidla sinceramente, y de tal modo, que os ayude a afrontar la nueva temporada con espíritu de entrega y sacrificio deportivos, con nobleza y limpieza en vuestro compartimento y estilo de futbolistas y de equipo de fútbol que, conforme a su brillante historial deportivo, pone muy alto los valores de la lealtad y de la dignidad de las personas. Y pedidla con el buen propósito de que vuestra forma de entender y vivir vuestra vocación de deportistas, dentro y fuera de los campos de fútbol, contribuyan a que la experiencia de los grandes «partidos», y de toda la competición, sirva para una más sólida y auténtica educación de nuestros jóvenes, en lo físico y en lo moral, y para el progreso de nuestra sociedad por la vía de la comprensión mutua y de la amistad verdadera entre todos los pueblos y ciudades de España. ¡Que los deportistas del fútbol os consideréis protagonistas del deseo de paz que la sociedad y el mundo necesitan!
Pido a la Virgen de La Almudena que os proteja y acompañe a todos vosotros y a vuestras familias con su cercanía y cariño de Madre.
AMÉN.
