Getafe, 23 de enero de 2007
(Sab 7,7-10.15-16; 2 Tim 1,13-14; 2,1-3; Lc 6, 43-49)
Mis queridos hermanos y hermanas en el Señor:
«Cantaré eternamente las misericordias del Señor».
Estas palabras del salmo responsorial recogen perfectamente los sentimientos con que celebramos esta eucaristía en acción de gracias por la restauración de esta catedral de la Magdalena que hoy abre sus puertas para celebrar de nuevo habitualmente el culto cristiano. Cantar las misericordias del Señor es la misión de la Iglesia de modo que la alabanza de Dios llene toda la tierra y los hombres reconozcan la grandeza del Creador. Sigue leyendo