Pza. de Oriente, 29.V.2005; 19’30 horas
(Gt 8,2-3.14b-16a; Sal 147; 1Co 10,16-17; Jn 6,51-58)
Mis queridos hermanos y hermanas en el Señor:
“Mane nobiscum Domine”: “quédate con nosotros, Señor, porque atardece y el día va declinando” (Lc 24,29).
¡Con cuánta razón debemos hoy, en este “Corpus” del año 2005, renovar en la Iglesia y en el mundo la súplica de los discípulos de Emaús al Señor Resucitado: “quédate con nosotros”! La hora histórica que estamos viviendo nos mueve a ello como un impulso vibrante y ardiente del Espíritu. Sigue leyendo