Homilía en la Vigilia de la Inmaculada

Mis queridos hermanos y amigos:

«María, aurora de la salvación»

«El ángel, entrando a su presencia, dijo: Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo».

El saludo del Ángel Gabriel a María la doncella de Nazareth, desposada con José, sacaba a la luz plena de la revelación y de la fe lo que Dios había hecho con la que iba a destinar a ser Madre virginal de su Hijo: llenarla de gracia desde el momento de su Concepción, que la Iglesia a lo largo de un creciente reconocimiento espiritual y teológico del riquísimo contenido de la Palabra revelada, calificaría como Inmaculada. Sigue leyendo