Palabras finales del Sr. Cardenal-Arzobispo Emérito de Madrid, Administrador Apostólico En la ceremonia de beatificación de Mons. Álvaro del Portillo

PALABRAS FINALES del Emmo. y Rvdmo. Sr. Cardenal-Arzobispo Emérito de Madrid, Administrador Apostólico

En la ceremonia de beatificación de Mons. Álvaro del Portillo

Madrid, 27 de septiembre de 2014; 12,00h.

Al concluir esta solemne ceremonia de beatificación, doy gracias a Dios por cuantas maravillas ha hecho en la persona del beato Álvaro del Portillo y, a través de su fidelidad, en la de tantos hombres y mujeres de todo el mundo.

Mi gratitud se dirige también al Santo Padre Francisco, que quiso que la beatificación se celebrara en esta querida Archidiócesis de Madrid, pues me atrevería a decir que el beato del Portillo, nacido aquí, es particularmente nuestro, y que nos bendice especialmente desde el cielo: y porque tenías esas raíces profundas, pudo y supo ser ciudadano del mundo, de esos cinco continentes a donde viajó; maravillosamente representados en esta asamblea orante. Sigue leyendo

II Jornadas Sociales Católicas por Europa. Homilía del Cardenal-Arzobispo de Madrid Administrador Apostólico

HOMILIA del Emmo. y Rvdmo. D. Antonio Mª Rouco Varela

Cardenal-Arzobispo de Madrid

Administrador Apostólico

Catedral de La Almudena, Madrid, 21.IX.2014

(Is 55,6-9; Sal 144; Flp 1,20c-24.27ª.; Mt 20,1-16)

Mis queridos hermanos y hermanas en el Señor:

1. Al finalizar las II Jornadas Sociales Católicas Europeas nos sale del corazón dar gracias a Dios por todo los dones obtenidos en el transcurso de las casi cuatro días de reflexión y de debate, de oración y de amistad, sencilla y hondamente compartida. Jornadas vividas de verdad en la Comunión de la Iglesia, expresada de forma insuperable en la celebración diaria de la Eucaristía. Hoy la celebramos en esta Santa Iglesia Catedral de Ntra. Sra. de La Almudena, Iglesia madre de la Archidiócesis de Madrid, como el momento culminante de unos días inolvidables en los que la sabiduría y la ciencia, generosa y lúcidamente ofrecidas por hermanos nuestros, se han verificado y enriquecido con los testimonios de vida y los frutos de las vivencias pastorales y apostólicas de otros.  Sigue leyendo

COMUNIÓN MISIONERA, GOZO DEL EVANGELIO. Carta Pastoral de la Archidiócesis de Madrid Curso 2014-2015

Madrid, 15 de junio de 2014

                                                                                                               Dedicación de la Santa Iglesia Catedral

Mis queridos hermanos y amigos:

 

En el corazón de todo cristiano que es consciente del don inmenso que ha recibido -la fe de la Iglesia- brota el agradecimiento a Dios y a los hermanos como primer paso del camino. Por eso, a la hora de mirar hacia el Año Pastoral que nos aguarda, es necesario renovar en nosotros el agradecimiento de la fe: «la alegría evangelizadora siempre brilla sobre el trasfondo de la memoria agradecida» 1. Sigue leyendo

LA FE CRISTIANA Y EL FUTURO DE EUROPA

Mis queridos hermanos y amigos:

Con este título comienzan en Madrid en la tarde del próximo jueves, día 18 de septiembre, las II Jornadas Sociales Europeas, organizadas por el Consejo de las Conferencias Episcopales de Europa (“CECE”) y por la Comisión de los Episcopados de la Comunidad Europea (“COMECE”). El pasado de Europa, su pasado humano, social, político, cultural y espiritual, es inexplicable sin sus raíces cristianas. Más aún, la idea y la realidad misma de la Europa actual nace en un ambiente profundamente embebido de fe cristiana: el del “mundo carolingio” de finales del primer milenio de historia de la Iglesia que se reforma internamente y que anima poderosamente a  un renacimiento cristiano del ideal y de las estructuras del fenecido Imperio Romano de Occidente. Esa “alma” cristiana del renacer europeo se mantendrá viva con mayor o menor vigor y fecundidad histórica hasta nuestros días. Ni las grandes crisis producidas por las rupturas de la unidad de la Iglesia en los siglos once y dieciséis (la separación del Patriarcado de Constantinopla y la reforma protestante), ni el predominio cultural y político del laicismo en los últimos tres siglos de historia europea, dominados en una buena parte por “la Ilustración” racionalista, consiguieron difuminar del todo en los estilos de vida y en los comportamientos de los europeos la influencia de la visión cristiana del hombre y del mundo. Incluso, en el momento más crítico de la historia contemporánea de Europa, en el borde mismo de la posibilidad de su subsistencia histórica al finalizar la II Guerra Mundial, se recurre a ese patrimonio espiritual del pensamiento cristiano para escapar del abismo del ser o no ser e iniciar una reconstrucción material, económica y social sin precedentes a partir de una concepción cristiana del hombre, de la sociedad y de la comunidad política, de la que se había vuelto a tomar conciencia en los pueblos europeos salidos de la catástrofe, sobre todo, en Occidente. Así, en la década de los años cincuenta del pasado siglo se pusieron los fundamentos de la unidad económica, social y política de los Estados europeos bajo una influencia clarísima de la doctrina social de la Iglesia. Su ulterior evolución y crecimiento, que recobra un fuerte impulso con la caída del Muro de Berlín el 9 de noviembre de 1989, se va librando, por una parte, de las ideas totalitaristas, profundamente materialistas y ateas de la Europa soviética, pero cayendo, por otra, en una concepción de la libertad individual y social marcada por una visión del hombre (por una antropología) igualmente materialista y, al final, radicalmente relativista. Sigue leyendo

DAR GRACIAS A DIOS: en una hora nueva de la Archidiócesis de Madrid

Mis queridos hermanos y amigos:

Dar gracias a Dios es deber primero y fundamental del hombre en toda ocasión y en todo tiempo. En realidad la vida humana se logra cuando puede ser interpretada y realizada como una acción de gracias a Aquél de quien procede todo bien: bien natural y bien sobrenatural. Todo lo que existe sería nada sin el Dios Creador; el hombre sin Él, Creador y Redentor, se vería remitido a la perdición. En saber dar gracias a Dios Padre, que nos ha salvado por Jesucristo su Hijo –¡Hijo de Dios e Hijo de María!– en el amor infinito del Espíritu Santo, consiste la regla de oro para que nuestra vida en la peregrinación de este mundo sea cada vez más plena y más felizmente lograda: ¡verdadera senda de santidad! San Ignacio de Loyola la ha interpretado genialmente cuando en la última meditación de sus Ejercicios “para contemplar amor” invita a orar así a los que los practican: “Tomad Señor y recibid toda mi libertad, mi memoria, mi entendimiento y toda mi voluntad, todo mi haber y poseer. Vos me lo distéis, a Vos, Señor, lo torno. Todo es vuestro. Disponed de ello a toda vuestra voluntad. Dadme vuestro amor y gracia que ésta me basta”. Sigue leyendo