Mis queridos hermanos y amigos:
La celebración de la Fiesta litúrgica de la Presentación del Señor en el Templo va unida pastoralmente a la Jornada Mundial de la Vida Consagrada. Unión litúrgico-pastoral querida y cultivada por la Iglesia con especial intensidad en su oración y en su acción apostólica. La vinculación espiritual de la concepción y de la experiencia de la vida consagrada con ese Misterio de la Infancia de Jesús, presentado en el Templo por sus Padres en fiel y piadoso cumplimiento de la Ley de Moisés, encierra un significado extraordinariamente revelador tanto para la recta comprensión de la Iglesia, Cuerpo y Esposa de Cristo, como para la misma comprensión de la vida cristiana, vida nueva nacida de la consagración bautismal; pero, además, resulta sumamente actual para un tiempo, el nuestro, que siente cada vez más la fascinación de concebir y realizar el proyecto de la vida del hombre en la historia como si Dios no existiera: ¡lejos de lo sagrado! ¡totalmente entregado a una valoración y vivencia de la existencia sobre la tierra como el único lugar y destino de su sed de felicidad personal y colectiva! Sigue leyendo