Mis queridos hermanos y amigos:
Un nuevo Domingo de Resurrección alegra la mañana con la noticia de que Jesús, el Maestro, el Ungido por el Espíritu Santo, el nuevo y misterioso profeta de Nazareth -de todos estos modos y de otros se le conocía por sus contemporáneos- ha resucitado. El sepulcro, en el que lo había colocado José de Arimatea, está vacío. Sigue leyendo