Mis queridos hermanos y amigos:
Hacer presente a la persona del Santo Padre en cualquier parte del mundo y sea cual sea la ocasión o motivo eclesial que explica el sentido de esta presencia es siempre un honor para quien recibe esta misión; pero, sobre todo, una gracia. Si el lugar donde se le ha de hacer presente es Damasco y la ocasión los actos de Clausura del Año Paulino, mucho más. Sigue leyendo