A propósito de la canonización de los Beatos Francisco Coll, Dominico, y Rafael Arnáiz Barón, Trapense
Mis queridos hermanos y amigos:
A Juan Pablo II le gustaba dirigirse a España llamándola “Tierra de María”. Su palabra cálida, y tantas veces ardiente, nos conmovía y hasta nos enardecía. Sí, María había sido, era y es venerada por los españoles con una unanimidad de fe en su Maternidad divina, de esperanza puesta en Ella como Madre de la Iglesia y de amor volcado en Ella, la Madre de Jesucristo y Madre nuestra, Sigue leyendo