Mis queridos misioneros y misioneras:
¡Feliz Navidad! Es éste un momento muy especial para la Iglesia, y en definitiva para toda la Humanidad. Lo es sin duda para cada uno de nosotros. Celebramos el nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo, y sé que, para cada uno de vosotros, los misioneros que estáis predicando con vuestra palabra y con vuestra vida que Cristo está vivo, es también un momento de profundo agradecimiento al Señor por vuestra vocación y vuestro trabajo apostólico. Yo me uno a vosotros y a vuestra acción de gracias a Dios por el don de la vocación misionera y por la oportunidad que Dios os está concediendo para que muchos otros hermanos nuestros puedan vivir con alegría la celebración del nacimiento de Jesús, el Hijo de Dios y de María Virgen. Sigue leyendo