Homilía en la solemnidad de San Isidro, patrono de Madrid

Mis queridos hermanos y hermanas en el Señor:

En el tiempo de Pascua la Iglesia nos invita a dar testimonio de la resurrección del Señor Jesús con mucho valor, que es lo mismo que decir, con la fuerza del testimonio de toda nuestra vida. Mucho valor se necesita, en efecto, para vivir como la primera comunidad cristiana, en la que nadie pasaba necesidad gracias a la comunión de bienes que se administraba bajo la autoridad de los apóstoles. Sigue leyendo

Homilía en la solemnidad de San Isidro Labrador, Patrono de la Villa de Madrid.

Iglesia Colegiata de San Isidro; 15.V.1999; 12,00 h

Hech 4,32-35;Sal 1,1-2.3.4.6 St 5,7-8.11.16-17; Jn 15,1-7

Mis queridos hermanos y amigos:

SAN ISIDRO LABRADOR: EL CRISTIANO FIEL, EL HOMBRE DE DIOS.

«Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los impíos,
ni entra por la senda de los pecadores,
ni se sienta en la reunión de los cínicos;
sino que su gozo es la ley del Señor,
y medita su ley día y noche»

Así cantábamos con el salmista en el salmo responsorial, después de haber oído la lectura del Libro de los Hechos de los Apóstoles en aquel pasaje tan familiar donde se describe en breves y vigorosos rasgos como vivía la Iglesia primitiva de Jerusalén: del testimonio de los Apóstoles, anunciando audaz y valientemente la Resurrección del Señor Jesús, y de la realización del amor fraterno sin reserva alguna: Sigue leyendo

Homilía en la Solemnidad de San Isidro Labrador, patrono de la Villa de Madrid

Iglesia Colegiata de San Isidro, 15.5.1997, 12 h.

Queridos hermanos sacerdotes concelebrantes,
Excmas. e Ilustrísimas Autoridades,
Queridos hermanos y hermanas en el Señor, devotos de San Isidro.

SAN ISIDRO Y SU CASA: UN FRUTO DE LA IGLESIA

Con gozo festivo nos reunimos hoy todos los madrileños para festejar a nuestro santo patrono, al hijo más venerado de nuestra ciudad y de nuestro pueblo cristiano, san Isidro Labrador. Con fina pedagogía, la liturgia proclama textos sagrados que se refieren al trabajo de la tierra y a las virtudes con que el labrador espera de Dios la bendición de sus dones. Sigue leyendo