Mis queridos hermanos y amigos:
¡Santa y feliz Navidad! En la medianoche cuando las horas del nuevo día comenzaban a sonar nacía de nuevo Jesús ¡el Mesías, el Señor! Nacía para nosotros: para la Iglesia y los hombres de nuestro tiempo. Fue un “nacimiento” singular. Hondamente espiritual, incluso, “místico”; pero acontecido realmente en el bellísimo marco de una celebración litúrgica, modelada por muchos siglos de fe y piedad profundamente cristianas ¡Lo que había ocurrido hace dos mil años en Belén de Judá, y que el Evangelista San Lucas narra con tanto primor y ternura, se hizo actualidad para nosotros hijos e hijas de la Iglesia del año 2011 y, con nosotros, para toda la familia humana! Se cumplían las promesas y profecías del viejo Pueblo de Israel. El Pueblo elegido desde todos los siglos para preparar su venida. ¡Nos nacía el Salvador! Sigue leyendo