Felicitación del Cardenal a los Misioneros

Madrid, 18 de diciembre de 2010

Mis queridos misioneros y misioneras:

Estamos ya a las puertas de la Navidad, de la gozosa celebración del Nacimiento del Hijo de Dios, concebido en el seno de Santa María Virgen por obra del Espíritu Santo, que viene a salvarnos. ¡Él es la Salvación! No hay mayor motivo de alegría, de alegría desbordante, que la venida del Señor a nuestro mundo, a nuestra casa, a cada uno de nosotros, y por eso abrimos de par en par nuestro corazón para acogerle a Él, y en Él se realiza el milagro de nuestra unidad, en un abrazo verdadero que llega hasta los últimos confines de la tierra. Por muchos que sean los kilómetros que nos separan, en Jesús estamos unidos, formamos un solo cuerpo, siempre, y de modo especialísimo, ciertamente, estos días de la Navidad. Sigue leyendo