Catedral de la Almudena, 11.III.2005
Al finalizar el funeral del primer aniversario por las víctimas del brutal y execrable atentado terrorista del 11 de marzo del pasado año, que se unía en una forma de máxima crueldad y de desprecio del hombre −¡bombas en trenes abarrotados por la buena gente de Madrid y de sus alrededores que acudían a su lugar de trabajo o estudio como todas las mañanas de una normal jornada laboral− Sigue leyendo