Mis queridos hermanos y amigos:
¡Cristo ha resucitado! La Iglesia lo anuncia y celebra en este día con un júbilo siempre nuevo, siempre recién estrenado, como si no hubieran transcurrido ya casi Dos Mil Años después de que hubiese tenido lugar el acontecimiento. En realidad lo proclama y lo vive como presente, como acontecimiento de hoy, de suma y trascendental actualidad en este año que abre una página nueva del calendario del futuro de la humanidad: pórtico de un nuevo siglo y de un nuevo milenio. Sigue leyendo