La Fiesta de Santiago Apóstol

La Fiesta de Santiago Apóstol
Memoria cristiana de España en el 2011

Madrid, 23 de Julio de 2011

Mis queridos hermanos y amigos:

En la solemnidad de Santiago Apóstol la Iglesia en España hace siempre memoria de sus raíces y pasado cristiano, pidiendo a “Dios todopoderoso y eterno” −como reza la oración-colecta de la Liturgia en la edición española del Misal Romano− que sea fortalecida y que, “por su patrocinio, España se mantenga fiel a Cristo hasta el final de los tiempos”. Sigue leyendo

A treinta días de la JMJ en Madrid

A TREINTA DIAS DE LA JMJ EN MADRID
Intensificar la plegaria, preparar la acogida, pedir y agradecer
la generosidad de los madrileños

Madrid, 17 de Julio de 2011

Mis queridos hermanos y amigos:

Faltan exactamente treinta días para que comience la Jornada Mundial de la Juventud con la Misa que presidirá el Arzobispo de Madrid al atardecer del próximo 16 de agosto en la Plaza de la Cibeles. Serán ya centenares de miles de jóvenes los que habrán llegado a Madrid como “una inmensa riada juvenil nacida en las fuentes de todos los países de la Tierra” (Juan Pablo II, oración ante el Apóstol Santiago, JMJ 1989). Concelebrarán con él centenares de Obispos hermanos y miles de sacerdotes que acompañan a sus jóvenes y que dos días más tarde −el 18 de agosto− recibirán con entusiasmo jubiloso a nuestro Santo Padre Benedicto XVI que presidirá la Jornada en sus días y actos centrales. Sigue leyendo

En el día del Papa. Gratitud y Plegaria.

EN EL DIA DEL PAPA
Gratitud y Plegaria

Madrid, 3 de julio de 2011

Mis queridos hermanos y amigos:

En este Domingo, el más cercano litúrgicamente a la Solemnidad de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo, celebramos en España el día del Papa. Día para la plegaria por su persona y por los frutos de toda su incansable actividad pastoral al servicio de la Iglesia Universal. Él es el que la guía visiblemente como su supremo Pastor. Todos los pastores y todos los fieles, en cualquiera de las Iglesias Diocesanas del mundo, están confiados a su cuidado y a su autoridad. Su actuación intensa, cercana y firmemente sensible para con los problemas de los hombres y de la sociedad de nuestro tiempo, su magisterio proyectado sobre las cuestiones doctrinales −teóricas y prácticas− de más complejidad intelectual y existencial a la luz de la Palabra de Dios, su presencia infatigable como Testigo eminente de la fe y de la esperanza en los más variados lugares de la geografía de la Iglesia y del mundo… Sigue leyendo

“Arraigados en Cristo anunciamos el evangelio” Carta Pastoral en el Día Nacional del Apostolado Seglar y de la Acción Católica

“Arraigados en Cristo anunciamos el evangelio”

Carta Pastoral del Emmo. y Rvdmo. Sr. D. Antonio Mª Rouco Varela,Cardenal Arzobispo de Madrid,
en el Día Nacional del Apostolado Seglar y de la Acción Católica

 

Pentecostés, 12 de junio de 2011

 

Queridos hermanos y hermanas en el Señor:

La celebración de la Solemnidad de Pentecostés nos pone de nuevo ante la vista la misión que el Señor resucitado da a los apóstoles y, en ellos, a toda la Iglesia. El Beato Juan Pablo II nos lo recordó claramente en la exhortación apostólica sobre los fieles cristianos laicos: «Los fieles laicos, precisamente por ser miembros de la Iglesia, tienen la vocación y misión de ser anunciadores del evangelio» (ChL 33). Este anuncio hunde sus raíces en la experiencia del encuentro con Cristo, pues es a Él en persona a quien transmitimos y no nuestras ideas o juicios de valor. Damos testimonio de su presencia real y viva en medio de este mundo. Quien le halla, vive plenamente. Sigue leyendo

JUVENTUD Y SALUD EN LA PERSPECTIVA DE LA JMJ 2011

Mis queridos hermanos y amigos:

Celebramos hoy este Sexto Domingo de Pascua con la atención y la mirada del alma puesta en nuestros enfermos. Con toda la legitimidad pastoral que proviene de una multisecular tradición impregnada de piedad popular hablamos de la Pascua del enfermo. Porque, efectivamente, en la celebración del Misterio pascual por parte de la Iglesia y, particularmente, de sus comunidades parroquiales nuestros enfermos han de ocupar un lugar distinguido. ¿Cómo no recordar aquella bella costumbre, profundamente arraigada en la fe de los sencillos, de llevarles solemne y públicamente la Sagrada Comunión en sus domicilios y en los hospitales? Los enfermos son los principales protagonistas de ese completar en su carne “lo que falta a los padecimientos de Cristo, a favor de su cuerpo que es la Iglesia” (Col 1,14). En Jesucristo Crucificado y Resucitado ¡en su amor infinitamente misericordioso y derramado sobre el mundo! encuentran ellos y, con ellos, la Iglesia “el sentido salvífico de su dolor y las respuestas válidas a todas sus preguntas” (cf. Juan Pablo II. SD, 31). No hay un camino más excelente que el hombre −y, con él, la Iglesia− puedan recorrer en el transcurso de la historia para sembrar y cosechar amor −¡amor verdadero! ¡amor que salva!− que el del dolor asumido con Cristo, por Cristo y en Cristo Resucitado. El dolor, de la naturaleza que sea, aceptado, vivido y ofrecido con Él al Padre en la comunión del Espíritu Santo se convierte en el instrumento más eficaz del triunfo de la Resurrección en la vida de cada persona y en la vida de la sociedad. Los enfermos se cuentan, por ello, en la Iglesia entre los primeros evangelizadores de sus propios hermanos y entre los más profundos transformadores de las realidades temporales. Sin su contribución indispensable a la expansión del amor salvífico del Resucitado dentro y fuera de la comunidad eclesial, cualquiera de los empeños o acciones apostólicas y evangelizadoras de la Iglesia se quedarían sin su nervio más auténtico, perdiéndose cuando no en la insignificancia, sí, siempre, en la superficialidad de sus contenidos y efectos. Sigue leyendo

ALCANZAR LA LIBERTAD VERDADERA Y VIVIRLA EN PLENITUD

Mis queridos hermanos y amigos:

En la oración-colecta del quinto domingo de Pascua la Iglesia hace una súplica que podía sonar a los oídos de nuestros contemporáneos, por un lado, extraordinariamente sugestiva −se pide al Señor que podamos alcanzar “la libertad verdadera”− pero, por otro, extraña a su mentalidad habitual: se pide también alcanzar “la herencia eterna”. La cultura materialista que nos envuelve, sin el horizonte de una vida que alcanza más allá de la muerte −¡la felicidad es cosa de este mundo!−, no puede entender que, para que se pueda poseer y gozar la libertad de verdad, es preciso vincularla internamente con la esperanza de la vida eterna. Sin embargo, no hay mayor esclavitud que la de sentirse atrapado sin remedio por la muerte y su fatal certeza. El miedo a la muerte es un gran enemigo de la libertad verdadera. O se entiende la libertad y se la vive como la gran posibilidad del hombre de encontrar y de realizar la gran verdad del amor o la libertad pierde todo su sentido como la cualidad innata al ser del hombre −¡a su espíritu!− para poder llegar a su realización plena como imagen de Dios Creador y criatura llamada a ser hijo de Dios Padre en el tiempo y en la eternidad. Si se hace uso de la libertad, moral y espiritualmente, para elegir el mal que destruye al hombre y no para abrirle y conducirle por el camino del bien que lo salva y hace bienaventurado, ésta se está perdiendo a sí misma en lo más esencial y decisivo de su función para lograr una vida digna de la persona humana y de su vocación para la felicidad. Sigue leyendo

¡EL SEÑOR HA RESUCITADO! ¡ALELUYA!: Una nueva hora de esperanza para la Iglesia y para el mundo

Mis queridos hermanos y amigos:

Un nuevo Domingo de Resurrección alegra la mañana con la noticia de que Jesús, el Maestro, el Ungido por el Espíritu Santo, el nuevo y misterioso profeta de Nazareth -de todos estos modos y de otros se le conocía por sus contemporáneos- ha resucitado. El sepulcro, en el que lo había colocado José de Arimatea, está vacío. Sigue leyendo

Subir con el Señor a Jerusalén en el año 2011, para acercarnos a la hora de una nueva conversión del Mundo

Mis queridos hermanos y amigos:

Hoy, la Iglesia invita a todos sus hijos e hijas a acompañar un año más a Jesús, su Señor y Salvador, en su subida a Jerusalén para celebrar lo que va a ser, fue y será siempre −¡para toda la eternidad!− la nueva Pascua: la del paso definitivo de la muerte a la vida. Sigue leyendo

Camino de la Pascua 2011. Entre la tribulación y la esperanza

Mis queridos hermanos y amigos:

La vida del hombre en su discurrir por el mundo podía ser calificada en cualquier época de la historia como un camino entre la tribulación y la esperanza. Los acontecimientos de estas últimas semanas lo confirman una vez más. La catástrofe sufrida por nuestros hermanos del Japón  −espantoso terremoto, seguido del devastador maremoto (“tsunami”) y el accidente de una central atómica−,  la situación de conmoción social y política que se extiende por los países del Norte de África y del próximo Oriente, e incluso, la guerra abierta en uno de ellos −Libia−, que se suma al largo y crudelísimo conflicto bélico de Afganistán  −por citar los más actuales y llamativos−, nos suman en la inquietud y en la incertidumbre ante el futuro. Sí ¡nos atribulan y entristecen! Para cualquiera que posea un mínimum de sensibilidad cristiana ante el dolor trágico de tantos hermanos, la reacción no puede ser otra que la de la compasión en el sentido más originario del término, es decir, el de padecer y de condolerse con ellos, ofreciéndoles toda nuestra ayuda espiritual y material. Son horas de tribulación que se añaden a las que sufrimos también en nuestras vidas privadas, en nuestras familias y en nuestra propia sociedad. El flagelo del paro alcanza cada vez con mayor gravedad cuantitativa y cualitativa a muchos de nuestros conciudadanos. Golpea con especial dureza a no pocos padres y madres de familia con menores, enfermos o ancianos a su cargo y a los jóvenes que buscan su primer trabajo. Sigue leyendo

EDIFICAR LA VIDA EN CRISTO, a través del itinerario Cuaresmal del año de la JMJ-2011 en Madrid

Mis queridos hermanos y amigos:

En el itinerario de la Cuaresma de este año singular para nuestra comunidad diocesana, marcado por la celebración en Madrid de la JMJ con el Santo Padre en la tercera semana del próximo agosto, la invitación a edificar la vida sobre Cristo y en Cristo, que os dirigíamos en nuestra Carta Pastoral −“Firmes en la Fe”− para su recta preparación, adquiere el carácter de una apremiante llamada de la gracia, espiritual y pastoralmente inaplazable. El camino cuaresmal, vivido auténticamente en la plenitud espiritual de su significado litúrgico, nos conduce a renovar nuestro ser, nuestro existir y nuestro vivir en Cristo −el crucificado, muerto, sepultado y resucitado por nosotros−, como una nueva oportunidad para la conversión. Enseña San Pablo: “En efecto, cuando todavía estábamos sin fuerzas, en el tiempo señalado, Cristo murió por los impíos; −en verdad, apenas habrá quien muera por un justo; por un hombre de bien tal vez se atrevería uno a morir−; más la prueba de que Dios nos ama es que Cristo, siendo nosotros todavía pecadores, murió por nosotros” (Rm 5,5-8). Sigue leyendo