De nuevo ha llegado el Adviento

«Daos cuenta del momento en que vivís»

Mis queridos hermanos y amigos:

Muchas veces nos reprochamos dentro y fuera de la Iglesia que no caemos en la cuenta del tiempo en que vivimos. El reproche se refiere casi siempre a aspectos muy particulares y concretos de la historia presente y a su correcta interpretación. Ha sido muy frecuente, por ejemplo, en las últimas semanas escuchar la siguiente pregunta: ¿los atentados de Nueva York y Washington del 11 de septiembre significan un cambio decisivo para el futuro de la humanidad? Sigue leyendo

Adviento del año dos mil

Salid al encuentro de Cristo

Mis queridos hermanos y amigos:

En el horizonte de la vida de la Iglesia y en nuestra propia vida asoma un nuevo año bajo el signo de Cristo. Un nuevo año de la era cristiana, un nuevo año litúrgico. Nuestro tiempo, el que experimentamos cada uno de nosotros en el transcurso de la propia existencia con una intimidad y singularidad intransferibles, y el de la humanidad de nuestros días, Sigue leyendo

El Adviento del año dos mil: Año de gracia del Señor

Mis queridos hermanos y amigos:

El tiempo litúrgico de Adviento nos aproxima cada vez más a la Navidad. En su tercer domingo, que hoy celebramos, la vivencia eclesial y espiritual de la espera del Señor está ya transida de la alegría que nos trae la noticia del inminente Nacimiento de Jesucristo. Se vislumbra ya lo que va a ser: una fiesta de gozo y de salvación. Sigue leyendo

El Adviento de la paz

Mis queridos hermanos y amigos:

Si hay algún bien que los profetas de Israel y los sencillos del pueblo asociaban a la promesa y esperanza del Mesías, ese bien era la Paz. Una paz plena, integral, que había de instaurarse en el interior mismo del hombre —la paz del corazón arrepentido y perdonado por la misericordia de Yahvé—, que alcanzaría el destino y la suerte del pueblo elegido con proyección a todos los pueblos de la tierra Sigue leyendo

El Adviento del año 2000. Reemprender el camino del encuentro con Dios

Mis queridos hermanos y amigos:

Hoy entra de nuevo la Iglesia en el tiempo litúrgico de Adviento, dos mil años después del primer Adviento de la historia. Mejor dicho, revive y actualiza por milésima segunda vez ese primer y decisivo Adviento que preludió la venida del Hijo Unigénito de Dios en nuestra carne: el Misterio de su Encarnación y Nacimiento de María, la Virgen. Año tras año, desde aquellos momentos, que San Pablo calificaría como «la plenitud de los tiempos» Sigue leyendo

En camino hacia el tercer milenio

Mis queridos hermanos y amigos:

De nuevo es tiempo litúrgico de Adviento. El Señor viene, está ya cerca. El anuncio del Angel Gabriel a María indicándole que iba a ser la Madre del Salvador y su aceptación incondicional de la voluntad de Dios -«Hágase en mí según tu palabra»- encierran una vivísima actualidad. Las promesas se cumplen, los anhelos y esperanzas más hondas de la humanidad se van a ver satisfechas en forma y por caminos que superan toda medida humana: Sigue leyendo

Saber esperar al Señor: el principio de la verdadera sabiduría

Mis queridos hermanos y amigos:

El Adviento es tiempo en el que se anuncia y espera la venida inminente del Señor. De eso se trata cuando un año más la Iglesia comienza su itinerario litúrgico anual: de saber situarse con toda la vida en actitud de espera auténtica del Señor, «para que cuando llegue y llame a la puerta nos encuentre en oración y cantando su alabanza». Sigue leyendo

Al comienzo del Adviento

El  Señor viene  de nuevo

Mis queridos hermanos y amigos:

Cristo, el Señor, viene de nuevo. Si alguna noticia se puede vincular al tiempo de Adviento que comienza esta mañana, es justamente esa y no otra. El Señor viene de nuevo a su Iglesia, viene a todos sus hijos; viene para cada hombre, viene para la humanidad entera. O, lo que es lo mismo, viene Dios, que quiere salvar al hombre de esta época y de este tiempo, que corre hacia el final del segundo Milenio de la que fue su primera y fundamental venida en la carne. Sigue leyendo