Homilía en el Congreso Eucarístico Internacional

Basílica Santa María La Mayor, 18,00 h

Roma, 20 de junio de 2000

(Is. 61,1-3a.6a.8b-9; Mt. 5,1-12a)

«Comer el Cuerpo de Cristo lleva consigo la audacia del amor divino y el escándalo de la sabiduría celestial, exactamente como la Encarnación y la Cruz» (TB 9).

Queridos Hermanos y Hermanas del Señor:

La Palabra de Dios que acabamos de proclamar nos sitúa de inmediato en el clima espiritual del Año Jubilar, es decir, bajo la acción del Espíritu Santo, el mismo que descendió sobre Jesús y le consagró como el Ungido de Dios y Redentor del hombre. Sigue leyendo

Homilía en la Celebración de V Centenario del Nacimiento de San Juan de Ávila

San Juan de Avila, ejemplo de caridad pastoral

Excmo. y Rvdmo. Sr. Obispo de Córdoba; Excmo. y Rvdmo. Sr. Nuncio Apostólico; hermanos en el Episcopado; sacerdotes de nuestras Diócesis venidos a honrar al patrono del Clero secular español; representantes de las Ordenes y Congregaciones Religiosas que tuvieron especial relación con San Juan de Avila; hermanos todos queridos, particularmente los hijos e hijas de esta ciudad de Montilla: Sigue leyendo

Homilía en la solemnidad de San Isidro, patrono de Madrid

Mis queridos hermanos y hermanas en el Señor:

En el tiempo de Pascua la Iglesia nos invita a dar testimonio de la resurrección del Señor Jesús con mucho valor, que es lo mismo que decir, con la fuerza del testimonio de toda nuestra vida. Mucho valor se necesita, en efecto, para vivir como la primera comunidad cristiana, en la que nadie pasaba necesidad gracias a la comunión de bienes que se administraba bajo la autoridad de los apóstoles. Sigue leyendo

Homilía en la Misa Crismal

Mis queridos hermanos y hermanas en el Señor:

«Gracia y Paz a vosotros de parte de Jesucristo, el Testigo fiel, el Primogénito de entre los muerto, el Príncipe de los reyes de la tierra». Con estas palabras tomadas del libro del Apocalipsis (Ap 1,5) que hemos proclamado como segunda lectura de esta celebración eucarística deseo saludaros en esta Misa Crismal del Año 2000 de la Encarnación y Nacimiento de nuestro Señor especialmente a vosotros, mis queridos hermanos sacerdotes, reunidos en esta concelebración del Presbiterio Diocesano con vuestro Obispo y sus Obispos Auxiliares a la que han querido incorporarse nuestro querido Arzobispo emérito, el Cardenal D. Angel Suquía, el Sr. Nuncio Apostólico en España y sus colaboradores. Sigue leyendo

Homilía en el funeral de la madre de su Majestad el Rey, Su Alteza Real Doña María de las Mercedes de Borbón y Orleans, Condesa de Barcelona

Venid a mí, todos los que estáis cansados y agobiados que yo os aliviaré

Mis queridos hermanos y hermanas en el Señor:

Con estas palabras cordiales y llenas de ternura, el Señor Jesús nos invita a cuantos nos congregamos hoy en torno a su mesa a descargar en Él todo el cansancio y agobio de la existencia turbada por la muerte. Nos invita a venir a Él, que es la Resurrección y la Vida, para iluminar el enigma de la muerte que amenaza siempre con quebrar la esperanza en la eternidad y con sumirnos en una tristeza sin consuelo. Sigue leyendo

Homilía de la solemne celebración eucarística en el Día de la Natividad del Señor

El Anuncio universal del Gran Jubileo del Año Dos Mil en Roma

Mis queridos hermanos y hermanas en el Señor:

La noticia de que hoy «nos ha nacido un Salvador: el Mesías, el Señor», proclamada y anunciada solemnemente por nuestro Santo Padre Juan Pablo II en la Liturgia navideña de la pasada medianoche en la Basílica de San Pedro en Roma, ha encontrado una resonancia y un realce histórico excepcional para la Iglesia y el mundo con el rito de la inauguración del Gran Jubileo del Año Dos Mil. Sigue leyendo

Homilía en la celebración eucarística del bautismo de D. Juan Valentín de Todos los Santos Urdangarín y de Borbón

Capilla del Palacio de la Zarzuela

Majestades
Altezas
Emmo. Sr. Cardenal
Excelentísimos Señores y Señoras
Mis queridos hermanos y hermanas en el Señor:

El nacimiento de un niño es siempre expresión de una doble esperanza. Dios espera que el hombre esté dispuesto y quiera ser progenitor de nueva vida. El hombre -los esposos- esperan que su mutua donación de amor sea bendecida por Dios con el don de una nueva vida: la del hijo que buscan y anhelan. Sigue leyendo

Homilía en la Eucaristía de la Solemnidad de Nuestra Señora de la Almudena, Patrona de la Archidiócesis de Madrid

Nuestra alabanza a María

Mis queridos hermanos y hermanas en el Señor:

«Tu eres el honor, el orgullo de nuestra raza». Así ha cantado la Iglesia a María desde los primeros siglos de la historia de su devoción y culto a la Madre de Dios hasta el Concilio Vaticano II que concluirá su bellísimo capítulo sobre la «Bienaventurada Virgen María, Madre de Dios en el Misterio de Cristo y de la Iglesia» en la Constitución Dogmática Lumen Gentium afirmando: Sigue leyendo

Homilía en la Fiesta de Santiago Apóstol

«Este tesoro lo llevamos en vasijas de barro «

Santo Domingo de Bonaval 25.II.1999, 17,00 h

Mis queridos hermanos y amigos:

Uno de los textos más familiares y más penetrantes que se encuentran en las lecturas de la Liturgia del Apóstol Santiago es precisamente éste, de la Segunda Carta de San Pablo a los Corintios: «Este tesoro lo llevamos en vasijas de barro». Añadiendo: «para que se vea que una fuerza tan extraordinaria es de Dios y no proviene de nosotros» ( Sigue leyendo

Homilía en la solemnidad de San Isidro Labrador, Patrono de la Villa de Madrid.

Iglesia Colegiata de San Isidro; 15.V.1999; 12,00 h

Hech 4,32-35;Sal 1,1-2.3.4.6 St 5,7-8.11.16-17; Jn 15,1-7

Mis queridos hermanos y amigos:

SAN ISIDRO LABRADOR: EL CRISTIANO FIEL, EL HOMBRE DE DIOS.

«Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los impíos,
ni entra por la senda de los pecadores,
ni se sienta en la reunión de los cínicos;
sino que su gozo es la ley del Señor,
y medita su ley día y noche»

Así cantábamos con el salmista en el salmo responsorial, después de haber oído la lectura del Libro de los Hechos de los Apóstoles en aquel pasaje tan familiar donde se describe en breves y vigorosos rasgos como vivía la Iglesia primitiva de Jerusalén: del testimonio de los Apóstoles, anunciando audaz y valientemente la Resurrección del Señor Jesús, y de la realización del amor fraterno sin reserva alguna: Sigue leyendo