Ayer, hoy y siempre
Mis queridos hermanos y amigos:
¡Cristo ha resucitado! La noticia llega a todos los rincones de la tierra en este Domingo de Pascua. La Iglesia la anuncia, la celebra y la vive con todo el gozoso esplendor de su liturgia pascual; la Iglesia peregrina en este mundo, atormentado y atribulado por tantas causas, sobre todo por la certeza inexorable de la muerte que a todos nos espera. Sigue leyendo