Bajo nuevos signos de esperanza
Mis queridos hermanos y amigos:
Comienza el nuevo curso 2000/2001 bajo los signos de la esperanza. Estoy seguro de que se podría caracterizar de otro modo el trasfondo de la realidad social y eclesial que rodea la vuelta al Colegio y al trabajo, la reanudación de la vida familiar en las condiciones habituales del día a día, y los nuevos planes y proyectos de futuro con que se suele responder al envite de un nuevo período de estudios, de tarea profesional o de compromisos personales. Sigue leyendo